El hígado de vacuno es una de las vísceras más valiosas dentro de la alimentación natural BARF. Es un alimento muy nutritivo, rico en proteínas de alta calidad y en una amplia gama de vitaminas y minerales esenciales que ayudan a mantener la salud general del perro.
Destaca por su alto contenido en vitamina A y en vitaminas del grupo B (B2, B3, B5, B6, B9 y B12), fundamentales para el metabolismo energético, el sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos. Además, aporta hierro, cobre, zinc y fósforo, minerales que contribuyen a prevenir la anemia, fortalecer el sistema inmunitario y mantener una piel y pelaje saludables.
Aunque su contenido en grasa es moderado, el hígado incluye ácidos grasos beneficiosos que favorecen la función celular y el estado del pelaje. Sin embargo, debido a su gran densidad nutricional, debe ofrecerse en pequeñas cantidades dentro de una dieta equilibrada: aproximadamente un 5 % del total de la ración diaria.
Se puede ofrecer crudo o ligeramente cocinado, troceado o picado, y mezclado con otros ingredientes de la dieta BARF. Es importante respetar la cantidad recomendada para evitar un exceso de vitamina A o cobre, especialmente en perros de tamaño pequeño o en dietas que ya contienen otras fuentes de vísceras.
El hígado de vacuno es un complemento excelente para menús BARF de cualquier etapa de vida, siempre que se incluya con moderación y dentro de una alimentación variada y equilibrada.